La liquidez para las empresas es fundamental en su día a día. Es por ello, que las compañías recurren a diferentes formas de financiación con la que conseguir la solvencia necesaria a la hora de trabajar. Existen múltiples opciones en el mercado. Se puede acudir a un inversor, un crédito y préstamo, solicitar subvenciones, líneas de crédito… Pero, ¿qué es una línea de crédito para empresas y cómo usarla?
¿Qué es una línea de crédito para empresas y cómo usarla?
La compañía tiene en la entidad financiera la posibilidad de disponer de una cantidad de dinero. Ese capital, conocido como línea de crédito, puede ser utilizado en cualquier momento que la empresa lo necesite. Al contrato de esa línea de crédito, la entidad financiera y la corporación acuerdan el coste y el pago de la misma. Por norma, la entidad financiera cobra un interés por la cantidad de dinero utilizado y un cargo anual por disponer de esa línea de crédito, independientemente que se utilice o no.
La línea de crédito se diferencia de un préstamo por la forma de disponer del dinero, así como por la forma de devolverlo. La línea de crédito es una cantidad preconcedida a su disposición para que pueda utilizar la cantidad necesaria en un momento concreto. La devolución de la misma se realiza con intereses, que son deducibles de impuestos, y de manera íntegra a corto plazo, es decir, se paga puntualmente al vencimiento de la misma. Por su parte, la cantidad del crédito solicitado (que también tiene intereses a su devolución), se recibe a la firma del préstamo y se ha de pagar periódicamente, por norma mensualmente.
Lo normal es que las empresas utilicen esta forma de financiación para realizar pagos a proveedores de forma puntual. Es por ello que los departamentos financieros tienen en cuenta la línea de crédito como una solución rápida a la posibilidad de aumentar la liquidez de la empresa. Utilizarlas para el pago de los gastos corrientes puede resultar un error si se convierte en una forma recurrente de financiación de la empresa.
Además, la renovación de la póliza de crédito se realiza de una forma sencilla y ágil, si se compara con la solicitud de un crédito y préstamo. Otra de las ventajas de las líneas de crédito es la amplia gama de tasas de interés que las entidades financieras disponen para estos productos. Sin embargo, la tendencia es que sean superiores a la de otras opciones de financiación.
Flexibilidad en el uso de la línea de crédito
Como ya se ha comentado, una línea de crédito debe utilizarse con unos objetivos claros para que no se convierta en un problema. Ejemplo de lo comentado es solucionar una necesidad de liquidez inmediata, pero no debe convertirse en una práctica recurrente, ya que si mantienes con frecuencia un saldo de línea de crédito alto puede reducir el puntaje de crédito de la empresa.
Esta flexibilidad en el uso siempre se va a mantener si la compañía respeta y cumple con el vencimiento, es decir, si abona la cantidad de la línea de crédito en la fecha pactada con la entidad bancaria. De esta forma, la póliza de crédito se renovará sin problemas pudiendo hacer uso de la misma siempre que sea necesario.