¿Cómo salvar del cierre a una empresa?
Las empresas son como los hijos. Cuando tenemos una queremos que vaya lo mejor posible. Y es que nuestra vida depende de ello. Sin embargo, el empresario, al igual que el padre, conoce o debería conocer mejor que nadie la realidad. Por ello, para que la compañía de sus frutos y beneficios hay que estar muy pendiente de ella, de su evolución y realidad mes a mes. De hecho, esta constancia logra que los problemas se detecten pronto, por lo que existen muchas garantías de poder solucionarlos y seguir abiertos. Pero, ¿cómo salvar del cierre a una empresa?
¿Cuáles son las alertas a tener en cuenta?
Lo primero que hay que plantearse es la rentabilidad de la compañía. Para ello se deberán tener en cuenta aspectos como la estrategia del negocio, implementación operativa, gestión de las inversiones, estructura de financiamiento o la política de dividendos. También se deberá analizar si realmente se está atendiendo a las necesidades del cliente y del mercado en general. Una vez estudiados estos aspectos se tendrá que poner en marcha las medidas correctivas necesarias para lograr alcanzar los objetivos. De esta forma se evitará ser una de esas ocho de cada diez empresas que fracasan en los tres primeros años de vida, según marcan las estadísticas.
Los kpis, como ya se ha comentado, se deben mediar continuamente. Por ello, es necesario conocer el nivel de ventas que la entidad está teniendo y si se cumplen o no las previsiones. Así como la situación del mercado y si se tienen expectativas de crecimiento o no.
Además, cabe destacar que no es lo mismo tener un momento puntual de falta de liquidez o insolvencia que el hecho de que se convierta en algo más habitual. Todas las alarmas deberán saltar cuando estos hechos se produzcan durante varios trimestres consecutivos o las pérdidas reducen el patrimonio a menos de la mitad del capital social. Aquí es donde la compañía necesita una intervención inmediata. También son síntomas a tener en cuenta el hecho de que el equipo o los empleados estén desanimados o que existan desavenencias con los socios.
¿Cómo salvar del cierre a una empresa?
Una vez detectados todos los problemas es hora de pasar a la acción. Para evitar el cierre de la compañía, teniendo claro que el producto o servicio que se ofrece tiene demanda, hay que adaptarse al cliente. Los gustos, inquietudes y necesidades de la sociedad han cambiado en los últimos años. Por lo que hay que encontrar de qué forma podemos dar solución a estas inquietudes dentro de nuestro sector.
Las claves de este nuevo cambio van a venir tras el estudio pormenorizado del cliente y potencial cliente. Así como de la estrategia de marketing y comunicación que utilicemos para llegar a él. Asociaciones, instituciones, incluso en internet, existe mucha información al respecto. Por lo que la formación va a ser uno de los puntos clave. Ver qué está haciendo la competencia y cómo ha solucionado o superado los problemas, así como preguntar a los trabajadores qué mejoras se pueden implementar en los diferentes procesos productivos o en los servicios que se ofrecen. Hay que tener en cuenta que los mejores innovadores están dentro de la compañía, los que usan a diario los productos y servicios.
Con toda la información recopilada, es momento de trazar una estrategia. La comunicación y el marketing juegan un papel importante, ya que son la forma de llegar al cliente. Internet y las redes sociales ofrecen infinidad de formas de llegar, impactar y convencer al público. Dar a conocer las mejoras del producto, regalar experiencias, convertir a los empleados, familiares, clientes, etcétera en prescriptores va a conceder a la marca una gran importancia.
Financiación
Todas estas acciones necesitan de liquidez para poder llevarse a cabo. Si bien es cierto que, muchas de ellas, no tienen por qué suponer un desembolso excesivo. La creatividad y la imaginación pueden ser el mejor aliado en estos momentos.
No obstante, la financiación externa puede jugar un papel relevante. El acceso a subvenciones, los Fondos Next Generation y el Kit Digital pueden resultar un balón de aire para la compañía si tener que acceder a los préstamos bancarios. Los inversores, business angel, comenzar un proceso de crowdfunding… pueden ser también una solución viable.